Empieza multiforme,
piensa ejecuta y desplaza
¡TOUCHÉ!
Termina.
Con su ajedrez bajo el brazo,
me hace la ele
le grito:
CABALLO CULIÁO
se ríe -me digo-
por esos hombros levantados,
pero quizás, es esa tos seca.
Sin salida me quedo
veo un manojo de llaves,
que no abren mas que dudas...
Recuerdo
su brazo corrupto
cerca de mi espalda
que guarda todos mis miedos
-ese palmoteo que tiene ritmo de subestimar-
Regresa, sigiloso
pero sé contar
los veintiocho pasos,
desde el portón, hasta que suena el picaporte;
los cincuenta de la escalera,
a mi cama.
¡A la cara! -te digo-
¡A la carga! -respondes-
sostén rebalsando con leche,
unas manos mordidas de llanto,
canas supliendo cañas,
regazo y amparo de sueños
violados por a verdad amoratada.
Muerdo mis labios
trago saliva
tus estragos se han vuelto cotidianos
tu, lanzabas piedras a los techos
para divertirte
y semillas para que todo y nada
siga adelante.
Amarillos los dientes,
encías inflamables
Metástasis de tu lengua impía.
Dadme el tiro de gracia,
tu voluntad de destrucción,
unge tus manos con orina de la mañana
sácate las lagañas y lárgate.
Despierto
dejavú del pasado
parece que no descansa en paz
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