+TRI LÓGICA+

Cuando logré ver la forma en que se daba la sumisión y la recompensa entre las tres, tomé aire, sentí tenso el vientre y mis parpados apreté,

como si la imagen construidaen mi cerebro fuese intolerable.

Recogí mis puños, en postura de defensa ¿pero de que? para no golpear algo, esa mesa de vidrio…era una pésima idea. Seria una nueva trifulca, antesala de otro palabreo.

Retorcido mi estomago y mis pulmones  full… con la palabra a boca de jarro,

un largo rato quede impactada pensando, cuanto ha pasado para abrir los ojos.Ahí supe que esa relación se traslada a todas en la que hay dependencia;

no estaba lejos de mi largo romance con las drogas con o sin IVA.

Por cada maltrato, humillación, sobrenombre, anulación de opinión,

llegaba un plato como placer irresistible, a desmentir todo ese discurso de führer, mezclado con humor grotesco y faciloso de Checho Hirane.

La primogénita, corría a su inframundo, como una presa herida,

yo antagonista, miraba desde mi altillo.

A veces hablábamos, como un desahogo,

un símbolo de paz, abriendo la coraza que cubre, esa facha de autosuficiente.

La acogía en mis brazos, pero su energía

y lenguaje corporal tomaba distancia.

Escuché sus pesares, relatos desmintiendo esas atrocidades,fechas distorsionadas por el recuerdo y la conveniencia.

Ella lloraba sobre su cama, recién cambiada de sábanas

almidonadas con un toque de fragancia con notas florales de rosa

rayando en lo insoportable, dramatizando mas el momento, con un smokye eyes, después de vomitar hasta la bilis

y trecientos  abdominales espontáneos, su mascara de pestañas

chorrea tintes negros  y grises azulinos, en lo inmaculado del nido…

clásico.

Desde el primer piso, seductoramente, sube cada peldaño de la escalera, flotando, el aroma del refrito, en un vaivén sensual que despliega un buque de sabores, abriéndose paso,

donde predomina la esencia de nuestra receta: sal de mar, aceite de oliva y ajo.
Lo digo con aplomoy sin discusión, desde chica me colocaba en puntillas

a sapear el mortero; como marinaba ese trío en un perfecto golpe violento,
especiado al olfato y humectado de fondo,

sublimando el pobre jurel tipo salmón de tarro, pasando como fundamental comienzo de la irrenunciable cazuela de tapapecho, hasta el simple omelett, jactándome en momentos, donde tomo el mandil, como forma de alimentar mi ego mas cochino, ese al que le gusta el palmoteo del aplauso.

Sube la trilogía a dar su primera estocada, colmándose después,

una cebolla nieve que absorbe el sabor sin titubear

hasta ser tan transparente e impregnada .

Esta unión pasa por el radar olfativo, presentándose, presionando

desde el fogón de fuera, a fuego lento, se unen al fin

los medallones de lomo, en una cama de cebolla y zanahoria con lo marinado y se abrazan junto con dos hojas de laurel,

apertura a la sinfonía perfecta,para dejar el mal humor en un paréntesis eterno.

Ya es tarde para escapar, mas si esto se sigue cocinando en su propio jugo,

-los gástricos hacen lo suyo- generando ansiedad, irritabilidad y tapando la pena con hambre, por el interludio del golpeteo de ollas, con mi experiencia

intuyo que se viene un puré picante con merquén  ahumado, para amansar toda rebelión.

En este festín, está servida la miseria que hemos echo de nuestras vidas, la codependencia y la tiranía de nuestra matriarca que disfruta a  cada bocado que nos tragamos, con el nudo en la garganta, amortiguando la pana del respeto.

!Que hemos hecho!

Este es el destino que llevamos a cuestas, ella se come su orgullo

y yo esnifo mientras pienso en donde comprar mas, ¿donde me meto la reflexión? la sigo tapando y no se llena
¿ conoce saciedad?

Donde revientan sus estrías, al borde de los vestidos, donde intenta disimular el sobrepeso, de ese grosor son mis rayas, grotesca forma de servir el exceso,

individualismo, obscenidad chorreando.

-¡No tengo a nadie! - agoniza desde su trinchera,

la primogénita, en esa pieza de donde vive presa de sus miedos y flojeras .

La bajeza que hemos adquirido, libertad que hemos cedido, por esa hueá que odio tanto, el miedo es paralizante, maldito , magnánimo, imaginario, oscuro,frio, miedo, impredecible, fantasioso,

infantiloide y asesino, el nos mata lenta pero efectivamente.

Calibro la escopeta, para seguir machacando a tiros, en mis mucosas nasales,

hace mas de una década, en deuda con mi autocuidado,

el hambre y el sueño, mas sueño despierta, imagino que las asesino: un abrupto momento, tomo un cuchillo, las apuñalo, en un órgano vital,

sin oportunidad a nada. A ella por pasiva y la otra por psicótica.

Yo, en la cárcel, en un ambiente hostil, enfrentada en una constante batalla,

sola un tiempo, sola, enfrentada por la moral de las inmorales, alguien me tiende una mano, comprende que mi acto fue … una mierda  de decisión,

-estoy divagando- 
ahora llego al punto de desconexión.

No siento ira ni felicidad, cero empatía, mi cuerpo esta tenso y mis movimientos son bruscos, aprieto el cigarro de manera

que queda torneado con una cintura de corsé

una brasa triangular, humea y me quema los dedos despellejados,

onicofagia flagelante, mientras pienso estupideces múltiples, ideas que se estrellan con una muralla llamada sentido común,

escupo las ultimas esquirlas de uñas y esmalte rojo.

Y quizás si soy una fascista como el dijo,

quizás esta mierda me ha envenenado la esencia y de los mismos rojo y negro mutó un circulo con una esvástica.

¿Qué fue de lo que fui?

y ahora   ¿Que es esto?

Se que me gusta escribir, viajar sola, abordar extraños, mirar a los ojos, hacerles confesar algo, amo el aroma del aromo, la voz de él, su verdad, besar, oler su cuerpo, con las manos en su cabello crespo, tirarme en el pasto, de septiembre a marzo, conversar – y sorprenderme-con las respuestas  de niños, los gatos altivos, perros con pelaje corto el olor a tierra mojada, música en vivo, envasada y envasada en vivo,

las frutas maduras, olorosas ,dulces, ensalada a la chilena con un poco de albahaca, la humita con azúcar rubia, mirarme los pies y estirar las piernas los huesos y músculos, cuando me crecen las uñas y me puedo rascar, andar a pata pelá omitir en vez de mentir.

Amo a mis hijos, me caen bien, digo;  me gustaría que fuesen mis amigo, si no fuesen mis óvulos fecundados.

Y a ella ¿que le gusta? algo mas que un orgasmatrón de consumo, un statusde C3, ser una voz de mando, joyas para sentir seguridad , bisutería al mes zapatos Aldo , Melissa ,5ta Avenue,fragancias de Hermes, Chanel ,Mont Blanc… 

Diógenes de ropa, No puede ser solo eso lo que le vuela la cabeza, que la provoca a mas, que la sublima, ¿por qué se deja mancillar por ella? ¿por qué se permiten esta danza sincronizada de palabras filosas?

Mientras, estoy en mi mutismo, miro de reojo, ella, amamantando,

pienso que eso estará mal para sus adentros, a las viseras de la niña, recibiendo tanta injusticia en la leche impregnada de rabia, con los alimentos masticados y tragados, dolorida la garganta por el llanto y las palabras atascadas.

Ahí viene de nuevo esa saeta que me enturbia la mirada y ve todo con oscuridad y dolor. observo en silencio como se recompensan químicamente, como se miman al fin la siento plena.

Mejor dejo de ser tan amarga y seca como esta cocaína falsa que me asfalta la garganta.